Turismo en Chile: precios altos y temporadas cortas, ¿de quién es la responsabilidad?
- Pablo Granell
- 30 jun
- 2 Min. de lectura
En los últimos años, alojarse o contratar servicios turísticos en Chile se ha vuelto, para muchos, prohibitivo. Los precios —especialmente en temporada alta— alcanzan niveles difíciles de justificar frente a la calidad percibida o en comparación con destinos similares en América Latina. ¿La causa más citada? La famosa “temporada corta”. Pero... ¿es solo culpa del calendario?

La realidad es más compleja y, sobre todo, más incómoda de asumir: detrás de esta estacionalidad mal gestionada hay una falta de estrategia a largo plazo, donde la responsabilidad no recae únicamente en los privados ni en la estacionalidad climática.
promoción internacional coherente,
¿Qué papel juega el sector público?
Las administraciones públicas, los responsables políticos de turismo y las entidades de promoción no han sido capaces de ampliar las temporadas ni de diversificar la oferta turística del país. Se ha insistido durante años en los mismos destinos, los mismos relatos y los mismos eventos, sin apostar por:
🔄 Desestacionalizar con inteligencia y presupuesto.
🧭 Posicionar nuevos territorios más allá de los clásicos circuitos.
🛠️ Diseñar productos turísticos innovadores acordes a nuevas motivaciones de viaje.
🌍 Establecer una política de promoción internacional coherente, singular y alineada con la identidad de Chile como destino.
Sin estos pilares, no es posible competir con países vecinos que han entendido que la promoción no se trata solo de "salir en ferias" o "hacer campañas digitales", sino de gestionar un relato estratégico, continuo y con liderazgo profesional.
¿Y el sector privado?
Parte del empresariado turístico también debe asumir su cuota de responsabilidad. En muchos casos, se ha acomodado en la lógica de la temporada corta, priorizando el sobreprecio temporal antes que la sostenibilidad a largo plazo. A veces, incluso, siendo cómplice de la autocomplacencia política: aceptando sin exigir, aplaudiendo sin cuestionar, esperando resultados distintos haciendo siempre lo mismo, o simplemente rotando puestos de responsabilidad entre lo público y lo privado.
Esta falta de exigencia y visión compartida ha frenado la posibilidad de establecer alianzas público-privadas realmente transformadoras. Porque desestacionalizar no es solo abrir más días: es repensar el modelo.
Lo que se necesita:
Chile tiene todo para ser un destino de 12 meses: naturaleza diversa, patrimonio cultural, gastronomía identitaria, talento emprendedor, profesionalismo creciente. Lo que falta es visión estratégica y acción coordinada.
🔹 Profesionalizar la promoción turística. 🔹 Diseñar productos orientados al viajero del presente y del futuro. 🔹 Apostar por la innovación territorial. 🔹 Fomentar la colaboración real entre sector público y privado. 🔹 Exigir coherencia y liderazgo en políticas de largo plazo. 🔹 Incrementar el presupuesto en promoción.
Mientras tanto, los precios seguirán subiendo, la experiencia seguirá sin mejorar y la temporada seguirá siendo corta… a menos que cambiemos el enfoque desde ya.
Si queremos seguir hablando de sostenibilidad a toda hora, recomiendo que los "expertos" se centren en la económica y se pongan las pilas en aportar soluciones al problema real.
💬 Me encantaría leer sus opiniones: ¿cómo se puede romper con la estacionalidad en Chile? ¿Qué experiencias exitosas conocen? ¿Qué rol están dispuestos a asumir los distintos actores?






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