¿España despoblada o España olvidada? El interior debe exigir un Ministerio.
- Pablo Granell
- 18 ago
- 2 Min. de lectura

El problema del interior de España no es nuevo, pero cada verano los incendios forestales, la falta de prevención y la insuficiente capacidad de reacción vuelven a ponerlo en evidencia. La llamada España despoblada no solo sufre el abandono de habitantes, sino también la ausencia de proyectos sólidos con una visión integral de futuro.
Se habla de repoblar, se habla de dinamizar, pero ¿dónde están las estrategias 360° que permitan atraer y retener población de manera sostenible? Una estrategia que abarque vivienda, empleo, conectividad digital, educación, recursos sanitarios, cultura y, al mismo tiempo, una política clara de gestión forestal y de prevención de incendios. Porque no podemos hablar de desarrollo rural sin hablar también de la seguridad de sus ecosistemas.
La descentralización administrativa, que en teoría debería acercar la gestión a los territorios, en la práctica abre otra pregunta incómoda: ¿son realmente eficientes las administraciones autonómicas y locales para gestionar los recursos? ¿O la multiplicidad de organismos acaba ralentizando decisiones que, desde una visión más centralizada y global, podrían ser más rápidas y efectivas? El dilema está ahí: cercanía frente a eficacia.
Mientras tanto, la realidad golpea con crudeza. Incendios que arrasan miles de hectáreas, proyectos que se quedan en titulares, y una población rural que envejece y que no encuentra relevo. Y surgen las preguntas inevitables:
¿Es la repoblación y la reforestación una estrategia conjunta que debe abordarse tras cada desastre natural?
¿Estamos diseñando políticas de prevención a largo plazo o seguimos apagando fuegos —en todos los sentidos— con soluciones improvisadas?
¿Cómo es posible que cientos de incendios arrasen nuestro país cada verano y que no existan responsables claros? ¿Qué está pasando realmente?
¿España despoblada o España olvidada? ¿Debe el interior debe exigir un Ministerio?
España necesita un nuevo pacto rural, una hoja de ruta con visión global que supere las fronteras administrativas y los intereses partidistas. Una estrategia que integre territorio, población y ecosistemas bajo un mismo paraguas. El interior necesita un Ministerio que garantice recursos humanos y económicos Solo así podremos hablar de futuro para la llamada España vaciada, o más bien, la España olvidada.
Porque en el fondo la cuestión no es solo si repoblar o reforestar. La cuestión es si, como país, estamos dispuestos a mirar al interior no como un problema, sino como una oportunidad estratégica.
¿Debiéramos comenzar una campaña de firmas para proponer la formalización del Ministerio de Interior o de la España despoblada?




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